martes, 5 de agosto de 2014

Sierra de Góngora: Urramendi y Arikita


(Distancia: 7,45 Kilómetros - Tiempo: 3 horas y 15 minutos)

Esta fácil ruta nos llevará a caminar por la pequeña  Sierra de Góngora. Separada de las Sierras de Aranguren y la Sierra de Tajonar por los portillos de Idoate y Andricáin, respectivamente. Coronaremos dos de sus cimas: Urramendi o Gongoramendi (887 metros) y Arikita o Las Bandericas (834 metros).


Casi toda la excursión se realiza bajo un frondoso bosque  de hayas que impide pasar la luz del sol. Las sendas que transitaremos no tienen mucho desnivel pero en tiempo húmedo o con recientes lluvias se convierte en terreno muy resbaladizo sobre todo al iniciar el descenso para regresar al punto de partida.


Comienza la excursión en el antiguo Señorío de Góngora, ahora en ruinas, aunque una antigua torre se está reconstruyendo. El Palacio de Armería y la Iglesia de San Andrés están prácticamente en ruinas.

Dejaremos el coche al pie del Palacio y tomaremos una senda que parte detrás del mismo. La senda es parte de Sendero Local que une Labiano con el Portillo de Idoate. Iremos encontrando marcas de este itinerario durante todo el recorrido.

El comienzo de la senda es un poco confuso porque está cubierto por hierbas altas y es necesario intuir por donde transcurre. Pero poco después se define completamente y se interna en el  bosque.


Pero antes de internarnos en el bosque tendremos oportunidad de contemplar la Sierra de Aranguren a nuestra izquierda y el Monte Cemboráin o Pagadi a nuestra derecha. A este último monte no ascendimos en esta oportunidad pero alargando la excursión se puede visitar perfectamente.

Ya dentro del bosque los robles y bojes nos cubrirán completamente. Poco después las hayas sustituirán a los  robles haciendo el recorrido completamente sombrío.




Varios árboles caídos en medio de la senda  nos dificultarán la marcha, los podremos superar fácilmente y seguir nuestro avance. A media subida nos encontraremos con una senda que llega desde la izquierda no la tomaremos. Pero es la senda por la que regresaremos una vez que hayamos hecho cima en Las Bandericas.

Continúa el ascenso nunca ha tenido grandes repechos pero es constante. Finalmente llegaremos a otra senda mucho más limpia pero igual de sombría. Es la senda que sube desde el pueblo de Labiano. La tomaremos para seguir nuestro ascenso hasta el Portillo de Góngora.




En este portillo saldremos por fin a la luz del sol. Seguiremos a nuestra izquierda, si fuéramos a nuestra derecha podríamos llegar también al Monte Cemboráin, como en esta otra ruta.

Seguiremos nuestra excursión por la cresta de la Sierra con grandes vistas sobre el Valle de Izagaondoa y con la Peña Izaga como telón de fondo. Antes de llegar al collado de Los Rasos existen algunos miradores sobre el Valle de Aranguren un poco ocultos entre la vegetación pero merece la pena asomarse y contemplar las vistas. Este trayecto es sin duda el mejor de toda la ruta, porque las vistas son espectaculares.


Desde que hemos pisado el Portillo de Góngora hemos estado siguiendo el itinerario del GR-220, pero esto no nos debe confundir porque en un momento dado debemos abandonarlo para tomar otra pista que se vuelve a internar en el bosque par llevarnos al Urramendi. Reconoceremos la senda porque está marcada con un pequeño montón de piedras.

Este primer tramo de senda es prácticamente llano, volvemos a estar rodeados de hayas que ya nos impiden de nuevo la visión. La cima del Urramendi es así mismo sin vistas y sólo está marcada con un pequeño mojón en medio de la senda. Pasa prácticamente desapercibida.

Después de esta cima comienza el descenso. Con algún tramo un poco más complicado sobre todo si está húmedo. En algún momento del descenso volveremos a encontrarnos con el GR que nos llevará hasta los pies del Arikita.

Para ascender a este monte únicamente deberemos ascender una pequeña pendiente con la ayuda de unos escalones de madera. Algunos de ellos han desaparecido, y hay que tener cuidado sobre todo en el descenso. La cima de este monte está cubierta de árboles y coronada con una palomera.

Pero si nos asomamos un poco tendremos a nuestra vista el Castillo de Irulegi. En algunas rutas  he visto que se indica subir a la palomera para ver las vistas. Pero nosotros no la vimos en muy  buen estado y no parecía prudente subir por ella.

Volvemos a descender del Arikita o Las Bandericas por las mismas escaleras y retrocederemos un poco para tomar una senda para descender del monte. Los comienzos de esta senda están muy cerrados por la vegetación y deberemos luchar contra ella y con la gran pendiente que hay en estos inicios.

Pasadas estas decenas de metros, la senda se clarifica bastante y continúa cubierta por las hayas que siguen sin dejar pasar la luz del sol. El paseo serpentea por el monte y debemos seguir la senda que sigue siendo clara y no atrevernos a tomar atajos u otras sendas porque el bosque es verdaderamente frondoso.

La senda termina en el camino que tomamos en nuestra subida justo en un señalizador que nos indica que debemos dirigirnos a Góngora para finalizar la excursión.









lunes, 12 de mayo de 2014

Alto de la Cruz y Hayedo escondido de Alaiz

(Distancia 7,09 Kilómetros - Tiempo: 3 horas, 38 minutos)
Esta ruta nos llevará hasta el Alto de la Cruz, en la Sierra de Alaiz, a 975 metros de altitud. Además pasaremos por el conocido como "Hayedo escondido de Alaiz"

Comienza la ruta en el bonito pueblo de Guerendiáin. Ya nos llamará la atención el arco situado en el acceso a la carretera que se dirige al pueblo. Pero dentro del pueblo nos llamarán otras cosas la atención: Los vecinos lo tienen realmente bien cuidado. Apero de labranza, carros restaurados y esculturas de piedra realizadas por un artista local embellecen mucho el pueblo.




El inicio de la excursión se encuentra en la parte alta de la localidad, después de pasar la "Fuente de la Paz".
En este punto coinciden la senda por la que nosotros subimos y la pista por la que descenderemos. Nos pareció bien hacer así la ruta aunque en casi todas las guías e informaciones que había visto se realiza en sentido contrario.


El comienzo es un poco confuso varia sendas se entrecruzan y el camino está muy cerrado por la vegetación. Según vamos subiendo la senda se va definiendo mucho mejor. Pero transita por una zona muy frondosa: A los lados matas de boj y encima nuestra las ramas de los robles nos impedirán ver el cielo.

En todo este camino no encontraremos ninguna indicación o hito que marque que vamos en buena dirección. En solo una ocasión nos encontramos un mojón hecho de piedras.

Cuando llegamos a la base de unas peñas salimos a cielo abierto, a partir de entonces los robles empiezan a escasear y toma su relevo el monte bajo. La senda sigue siendo muy clara, aunque comienza tramos pedregosos pero sin complicación para caminar.

Seguiremos siendo en ascenso rodeando el Alto de la Cruz. Además ya podremos contemplar las grandes vistas de la Sierra del Perdón o la Sierra de Tajonar.

Durante un tramo caminaremos a cielo abierto, pero poco a poco volverán a rodearnos los árboles hasta encontrar una especie de túnel natural, que nos sumergirá de lleno en el Hayedo de Alaiz. Impresiona la oscuridad que encontramos. Las tupidas hayas apenas dejaban pasar un poco de luz. A partir de este punto pudimos encontrar señalizaciones, quizás provisionales, de un  club de montaña de Tafalla.

Seguimos envueltos por las hayas hasta encontrar un pequeño collado a cielo abierto. Aquí existen dos opciones: Seguir rodeando el Alto o bien, antes subir a la cima del monte. Nosotros nos decidimos por esta última.

Existe una senda que lleva hasta la misma cima, pero al principio es un poco difícil de localizar porque se pierde entre la vegetación. La subida no es muy costosa ni excesivamente larga. Y la verdad es que merece la pena y es extraño que no esté marcada con ningún buzón. Sólo los peñascos del monte indican que hemos llegado.


Tuvimos la mala suerte de ir un día que amenazaba lluvia. Pero las vistas seguían siendo estupendas. Todo el Valle de Elorz a nuestros pies, la Sierra del Perdón y la Sierra de Tajonar perfectamente visibles. Veíamos por poco la Higa de Monreal tapada por la Sierra de Alaiz.




Debajo nuestra también se ven "Las Eras" unas campas donde vimos caballos pastando y a las que llegaremos en nuestro camino de vuelta.

El descenso del monte lo hicimos por la misma senda hasta llegar al collado. Desde este collado seguimos rodeando el monte.  De nuevo nos sumergimos en el bosque de hayas. Esta vez en fuerte descenso y por una senda que perdíamos de vez en cuando oculta entre la vegetación. Sin embargo se podía caminar sin gran dificultad.

Este trayecto terminó en una pista que llanea hasta pasar las campas de "Las Eras" donde comienza a descender. Seguir esta pista hasta llegar a una alambrada que saltamos sin gran dificultad.

Justo en esta alambrada parte a la izquierda una pista más verdosa que la anterior y es la que tomamos para llegar de nuevo al pueblo de Guerendiáin.


lunes, 5 de mayo de 2014

Tangorri y Malkaiz desde Ardanaz

(Distancia 6,97 Kilómetros - Tiempo 2 horas 58 minutos) 


Ya habíamos subido hasta el Tangorri desde Aranguren a finales del verano, así que esta vez decidimos hacerlo desde Ardanaz, en el Valle de Egüés. Esta cuambre está situada en la parte más norteña de la Sierra de Aranguren. Además  del Tangorri (845 metros) también subimos al Donatsai (795 metros) y a Malkalaiz (772 metros)

Llegamos a este pueblo en coche por la carretera que recorre el Valle de Aranguren, y dejamos el coche dentro del pueblo.

Antes de iniciar la ruta hacemos una breve visita a la Iglesia del pueblo dedicada a San Vicente. Desde el templo hay que seguir hacia la parte alta del pueblo hasta encontrar una pista de cemento que sube hacia el monte. En el inicio de la misma  existe un cartel del GR-220 así que no tiene pérdida.

La pista sigue siendo de cemento hasta llegar a un depósito de agua y ahí el piso se convierte en grava. Pero sigue estando en muy buen estado. Será fácil que mientras subamos que nos adelanten algunos ciclistas porque el recorrido es ideal también para la bicicleta de montaña.







Los primeros tramos del itinerario son bastantes, exigentes hasta llegar a una cadena que impide el paso de vehículos motorizados, una vez superada el desnivel de la pista es un poco menor e incluso pasaremos por falsos llanos que harán más agradable el ascenso.

Mientras subimos podremos contemplar el paisaje que dejamos atrás con el Valla de Aranguren y la Balsa de Zolina o Ezkoriz en el centro, el pueblo poco a poco se va perdiendo de vista.

No encontraremos muchas sombrass durante la subida, al principio encontraremos árboles  a los lados del camino pero poco a poco se irán haciendo más escasos. Pero en cambio nos permiten contemplar mejor el paisaje.

Tendremos que pasar por un paso canadiense en un pequeño collado, a la izquierda parte la pista que sube al Donatsai que luego tomaremos, pero ahora deberemos seguir el ascenso hacia nuestro primer objetivo. A partir del collado podremos ver caballos sueltos pastando a lo largo del camino.

La cima del Tangorri se encuentra a nuestra izquierda al lado de una palomera, está marcada con un buzón en forma de casita donde se encuentra marcada su altura.

Más adelante hay un refugio de cazadores donde se puede descansar pero también existen otras palomeras donde nos podremos sentar, contemplar el paisaje y retomar fuerzas.

La pista que hemos subido sigue hacia adelante y podríamos llegar a la cima del Aritzko y descender hasta el pueblo de Aranguren o realizar otros itinerarios como la subida al Castillo de Irulegi que vemos enfrente nuestra.

Pero nosotros decidimos retroceder sobre nuestros pasos hasta encontrar el collado del paso canadiense y tomar la pista que sale a su derecha para subir hasta el Donatsai presidido por una antena de comunicaciones. La cima está marcada con unas piedras y no tiene gran atractivo. Pero a partir de este punto podremos seguir nuestro camino por sendas.

La que tomaremos nos llevará directamente hasta la cadena que hemos pasado antes, pero al otro lado de la valla que tendremos que cruzar. En este punto deberemos tomar otra pista cubierta con hierba y que asciende hacia el Malkaiz.

Esta subida es más agradable porque se hace entre árboles, algunas encinas y sobre todo pinos. La cima de este último monte está presidida por un vértice geodésico, pero la vegetación impide contemplar el paisaje que nos rodea.

Seguiremos la misma senda que antes pero ahora ya en descenso. El camino discurre en ocasiones muy cerca de los riscos del monte y tiene en algunos tramos mucha pendiente. Pero a cambio, tendremos ocasión de contemplar grandes vistas sobre el Monte San Cristóbal y parte de la Comarca de Pamplona.

Seguiremos descendiendo hasta que encontrar otra senda, que ya prácticamente llana, nos dejará de nuevo en el pueblo de Ardanaz.





miércoles, 23 de abril de 2014

Cascada de Sotillo, en Sanabria

(Distancia 8,49 Kilómetros - Tiempo: 3 horas 57 minutos)

La ruta a la Cascada de Sotillo es una de las más conocidas del Parque Natural del Lago de Sanabría. Nosotros hemos tenido ocasión de ir  durante esta Semana Santa. No hemos podido ver todo el esplendor de la ruta porque la primavera todavía no se ha asentado en esta zona. Los robles que abundan en la ruta no han florecido todavía, aún así es una ruta espectacular con el colofón de la magnífica caída del agua.

La ruta comienza en  Sotillo de Sanabria. Se llega por carretera desde el vecino pueblo de Puente de Sanabria. Se puede aparcar dentro del pueblo, me sorprendió que los vecinos no estuvieran molestos al ser invadidos por tantos turistas que dejamos nuestros coches aparcados como podemos. Nosotros dejamos el  nuestro muy cerca de la Iglesia del pueblo dedicada a San Lorenzo.

Un poco más adelante, a la izquierda, hay una señal que indica la dirección que debemos tomar. Es una calle que desciende hacia el río. Tras recorrer unos centenares de metros llegamos a un merendero. Un puente nos permitirá cruzar el río Truchas para enlazar con la senda que se dirige hacia la cascada. Para evitar cualquier tipo de duda una señal de madera nos indicará la dirección a tomar. Además, nos encontraremos estacas pintadas de color marrón para indicarnos que vamos por buen camino.


Este primer tramo de la ruta -según el período del año-  puede estar cubierto por el agua. Sin embargo, alguien ya pensó en ello y un pequeño zócalo de piedras nos ayudarán a caminar sin apenas mojarnos.Tras superar este escollo la senda está mucho más seca. Algunos pequeños torrentes de agua, y alguno otro no tan pequeño, se nos cruzarán en nuestro camino. Tendremos que decidir entre mojarnos, un poco, o intentar rodearlos.

Desde el inicio de la ruta nos encontraremos rodeados de robles. Algunos de gran tamaño, según vayamos subiendo otras especies, como el acebo, saldrán a nuestro paso. Siempre tendremos con los Picos de Bubela como telón de fondo.
El camino siempre es en subida, no en vano nuestro destino se encuentra a 1300 metros de altitud. Con partes más exigentes que otras. La más dura la encontraremos casi al final, antes de llegar al salto del agua.

Esta parte termina en una bifurcación de sendas, a la izquierda podremos llegar a la Laguna de Sotillo. Nosotros no subimos sino que nos dirigimos directamente hacia la cascada.

Superado el último tramo tendremos que superar otro no menos inclinado pero esta vez en descenso. Deberemos tomar precauciones porque además puede estar húmedo por el agua que llega en finísimas gotas que se escapan al estrellarse el agua. Antes de llegar un pequeño mirador natural nos permitirá ver el bosque que luego atravesaremos a nuestro regreso.



Por fin estamos en la cascada, y el espectáculo que tenemos delante ha merecido la pena. Una pequeña explanada nos permitirá ver la feroz caída del agua. Incluso, tomando precauciones, podremos acercarnos a ella y tomar la foto de rigor.

Es muy fácil encontrar un sitio donde sentarse y, mientras, contemplamos el espectáculo, reponer las fuerzas perdidas para afrontar mejor el camino de vuelta.

El regreso se puede hacer volviendo por nuestros pasos, o hacer una ruta circular descendiendo por una senda que sale desde la pequeña explanada donde estamos situados. 


Esta segunda opción puede no ser adecuada en temporada de lluvias. Las torrenteras que nos encontraremos en el camino  nos podrían impedir el paso. El problema es que no lo sabremos hasta que no hayamos hecho una gran parte del descenso. Tener que dar la vuelta y volver a subir puede ser una dura decisión, porque la senda es realmente empinada.

Si por fin nos decimos por la segunda opción deberemos descender con cuidado y lentamente.

Aunque en ocasiones tuvimos que sortear los pequeños riachuelos de agua y, en ocasiones, resbalar y mojarnos los pies. Hay que decir que fue una buena decisión. Porque terminado el abrupto descenso empieza un recorrido prácticamente llano y muy agradable siempre rodeado de robles.

Aquí también buenas personas han tenido la idea de apostar pequeños puentes de troncos que nos ayudaron a atravesar los puntos más difíciles. También debimos de atravesar de nuevo el río Truchas por un puente tendido para tal fin. Con este agradable paseo llegamos hasta el pueblo de Sotillo por el lado contrario, a donde habíamos dejado el coche, lo que nos permitió ver el pueblo y callejear entre sus casas.






Esta es la ruta en Wikiloc, para más detalles pinchar aquí:

domingo, 6 de abril de 2014

Mortxe, desde Azanza

(Distancia: 7,87 Kilómetros - Tiempo: 3 horas 5 minutos)


Esta cómoda rota parte desde el pueblo de Azanza. Nosotros dejamos el coche detrás de Iglesia del pueblo dedicada a San Martín. Tanto el templo como el resto del pueblo está muy bien cuidado y es muy agradable.

La ruta comienza saliendo de la localidad por la pista que sube al repetidor de televisión, nos acompañarán en la subida las vacas que estarán pastando a los lados del camino. También veremos alguna balsa de agua.

El primer tramo de la pista casi va a ser el tramo más duro que afrontemos. Muy cerca de la antena, en un pequeño collado, nos desviaremos a la izquierda. No tiene pérdida porque enlazamos directamente con el GR220 que viene desde el Cabezón de Echauri.  Desde este collado y hasta la cima del Mortxe seguiremos este itinerario.

El camino sigue siendo una pista en buen estado, y después de unos metros se bifurca, deberemos seguir por la pista de la derecha.  Por el camino, además de muchos potros, veremos algunos robles centenarios, hasta encontrar el roble declarado Monumento Natural por el Gobierno de Navarra. El roble está junto a una balsa natural. Cuando hemos subido nosotros el roble todavía no había florecido aún así merece la pena pararse y contemplar el paraje y el paisaje que lo rodea.

Un poco más adelante deberemos cruzar una puerta y girar hacia la izquierda. A partir de este punto ya no se distingue senda o camino. Sin embargo la dirección a seguir es muy fácil de seguir porque tenemos el Mortxe de frente y las marcas del GR nos indicarán el mejor camino a seguir.

Este último ascenso no es muy complicado, hay muchas piedras sueltas pero que no complican la subida y tampoco el descenso.

Durante la ascensión ya hemos podido ir contemplando las vistas que nos rodean, pero es al llegar a la cima del Mortxe cuando se puede contemplar todo lo que nos
rodea. Desde los Pirineos al Moncayo. Los montes más cercanos como Gaztelu y Txurregui. La sierra de Andía. Una panorámica de Tierra Estella con Montejurra al fondo...


Esta es la ruta que seguimos, para más detalles pinchar aquí.


domingo, 16 de marzo de 2014

Sollaondi, desde Oteiza

Distancia: 5,14 kilómetros - Tiempo: 2 horas y 37 minutos


Esta ruta alcanza la cima del Sollaondi o Eltxumendi, a 854 metros de altura. Una sorprendente ruta por las vistas que veremos mientras subamos y desde la su pelada cima.

La ruta  la hemos hecho volviendo por otro camino diferente al de la ida. Y  ha sido a la vuelta cuando hemos perdido la senda que descendía y hemos hecho un poco de campo a través.

La ruta parte de Oteiza de Berrioplano. Dejamos el coche junto a las últimas casas del pueblo junto al cruce de la carreterilla que se dirige al Monasterio de la Sagrada Familia. Ya con evidentes muestras de que la primavera esta cercana, iniciamos el camino, primero por una pista asfaltada hasta que vemos la senda que atraviesa una pequeña puerta en una alambrada.

La ruta es fácil de seguir porque se circula por el GR-220, que nos llevará hasta la cima. En la subida nos encontraremos con un pequeño depósito que recoge las aguas de un pequeño riachuelo. Poco después de este depósito se divide la senda, el GR-220 asciende hacia la derecha y hacia la izquierda asciende la senda que se dirige al Monte Agua. Notros seguimos por la derecha.

La senda sigue ascendiendo hasta llegar a un pequeño collado con una señal que indica distintas direcciones. Desde ahí el ascenso a la cima se hace en línea recta hasta encontrar un paso entre la alambrada que sigue paralela a nosotros.

Desde la alambrada el ascenso a la cumbre ya sólo es un pequeño paseo. Las vistas sobre toda la Comarca de Pamplona, las Cendeas de Loza, Iza... Sorprende la perspectiva que se tiene desde este monte. En días claros, no fue nuestro caso, permite ver montañas más lejanas como San Donato o la Peña Izaga.


El regreso lo hicimos siguiendo otra senda que se dirige al Monte Agua, que no subimos. Esta Senda casi desaparece cuando se adentra en el bosque y de hecho la perdimos para encontrarla un poco más abajo. Tuvimos que hacer un poco de campo a  través y en algunos trechos tuvimos que volver sobre nuestros pasos porque los espinos nos impedían seguir avanzando. Quizás según quién vaya en la excursión pueda ser mejor regresar por el mismo camino que se ha ascendido.

Encontrada la senda el descenso fue mucho más fácil hasta retomar la senda del GR y regresar al pueblo de Oteiza con la sensación de haber hecho un gran recorrido.

Esta es la ruta que seguimos para más detalles pinchar aquí

lunes, 17 de febrero de 2014

Ermita de San Bernabé, desde Unzué

Distancia: 6,03 kilómetros - Tiempo: 2 horas 58 minutos (almuerzo incluido)


Otra gran oportunidad de realizar un recorrido con inicio y fin en el pueblo de Unzué esta vez para subir a la Ermita de San Bernabé, a 825 metros de altura.

Este itinerario quizás es menos conocido que el trayecto que asciende a la Peña de Unzué, de la que siempre tendremos unas vistas privilegiadas. Sin embargo el paisaje que iremos recorriendo y las vistas que tendremos desde la cima del monte no se hacen desmerecer y terminaremos pensando que hemos hecho una muy buena elección.


Comenzamos nuestro recorrido desde la fuente del pueblo y subimos hasta la Iglesia, dedicada a San Millán, para tomar la ruta marcada como "Itinerario Micológico de Unzué" que comienza desde detrás del templo.

 Por él transitaremos, pero tras pasar por la fuente de Arregia y una pequeña chopera giraremos a la izquierda abandonando este itinerario.




La ruta no está marcada aunque existen pequeños  montones de piedras puestos por otros excursionistas que van señalando el camino y que ayudan en caso de duda.

Hasta ahora hemos caminado por un terreno muy abierto, pero la pista que hemos cogido al abandonar la anterior se va cerrando por la vegetación. Primero pinos y, según vamos subiendo, toman el relevo el boj y las carrascas hasta dejarla tan estrecha que solo se puede ir en fila india.








La ascensión hacia la ermita no tiene gran dificultad. En ocasiones un par de pistas  forestales, que parece recién excavadas, nos pueden confundir.Nosotros en la subida por equivocación la abandonamos aunque más arriba la volvimos a encontrar.

La ermita es muy sencilla está situada en unos riscos, con tiene grandes panorámicas a todo su alrededor, llamando la atención  la Peña de Unzué y el pueblo situado a sus pies.

En el camino de regreso, antes de iniciar el descenso intentamos subir hacia la Peña del Abrigo no llegamos
a subir hasta arriba. La pendiente es mucho más pronunciada y por falta de tiempo nos paramos. En el descenso de este monte hay que tener cuidado si además, como nos pasó a nosotros, está húmedo.

El regreso a Unzué lo hicimos esta vez sin perder la senda y cuando llegamso abajo atravesamos la chopera que antes habíamos rodeado y cruzamos el arroyo Artusia por un puente de madera.

Este es el track del recorrido. Pinchar aquí para más detalles.

domingo, 9 de febrero de 2014

Peña de Unzué

Distancia: 4,51 kilómetros -  Tiempo 2 horas y 45 minutos


Vista desde la lejanía, la Peña de Unzué parece inexpugnable. Y nada más lejano a la realidad porque la subida a la cima de este monte emblemático es bastante sencilla y agradable.

Incluso en el día que nos ha tocado a nosotros, bastante frío y ventoso, sin embargo la ruta se hace siempre al abrigo de la Peña. Ni siquiera unos cuantos copos de nieve que han caído mientras bajábamos nos han dado sensación de frío.



Solamente en la cima, a 990 metros de altura, nos hemos tenido que poner al resguardo del viento mientras descansábamos.


Nosotros comenzamos la ruta en la Iglesia del pueblo de Unzué dedicada a San Millán y de estilo románico tardío. Encontrar desde allí el camino desde el que se inicia la subida al monte es bastante fácil.

La ruta comienza por una pista en buenas condiciones que, al entrar en el bosque se convierte en una senda bastante pisada y cómoda de subir porque no es demasiado exigente. El bosque de carrascas que rodea la Peña nos la ocultará y sólo la veremos cuando salgamos a algún claro, y para entonces ya estaremos muy cerca de ella. El camino está perfectamente marcado con señales verdes y blancas.




Cuando finalmente se termina el bosque  y aparece la base de la peña existen dos posibilidades: hacer el último tramo trepando un poco o bien seguir el sendero marcado que rodeará la peña y subirá también hasta su cima.
Este segundo es muy pedregoso pero más seguro para niños aunque existe un trozo donde hay que tomar precauciones sobre todo cuando se baja.

En la cima, donde existen dos buzones en bastante mal estado y una señal que indicando que allí existió un castillo,  está rodeada de espléndidas vistas allá donde miremos.





Esta es la ruta que seguimos. Para más detalles pinchar aquí

lunes, 13 de enero de 2014

Cruz de Maurién, desde Lorca

Distancia: 8,65 Kilómetros - Tiempo: 2 horas y 56 minutos (almuerzo incluido)



Esta ruta asciende hasta la Cruz de Maurien o Mauriain, situada en el Alto de su mismo nombre a 676 metros de altura, desde el pueblo de Lorca, donde también termina.

La Cruz -en algunos mapas topográficos figura como Cruz de Santiago- está situada en el  término de Villatuerta y todos los años desde este pueblo, a inicios de Mayo, se realiza una Romería.  Fue levantada en honor a los fallecidos durante la Guerra Civil.

Nosotros no escogimos un buen día para subir porque la persistente niebla no nos dejó ver nada de las vistas que circundan el blanco monumento.




Todo el camino está marcado como Sendero Local NA-184 y en su comienzo  sigue el Camino de Santiago hasta que nos encontramos con la Cañada de Tauste-Andía, poco después de pasar las Bodegas Tandem.

Por esta Cañada seguiremos hasta alcanzar la Cruz. En el trecho más duro hay unas escaleras de losas que ayudan bastante en la subida, sobre todo en días como el que escogimos que era bastante húmedo. Terminado este trecho existe un mirador y un panel explicativo. Nosotros no pudimos ver nada, porque la niebla nos lo seguía ocultando.

Continuamos con nuestro recorrido hasta llegar a la Cruz, hay un Altar para celebraciones religiosas justo debajo y, más apartado, un gran merendero con muchas mesas entre pequeños árboles.

Para regresar seguimos transitando por  la Cañada, entre encinas y quizás con algún rebaño de ovejas como fue nuestro caso, hasta encontrar un cruce de pistas donde indica la dirección del pueblo de Lorca.


Esta es la ruta que seguimos. Para más detalles pinchar aquí